Esta técnica, resulta muy eficaz para enseñar a los niños/as, ya que desde una propuesta lúdica, mediante una historia muy sencilla pero cercana y significativa, el niño/a adquiere una herramienta para gestionar, por ejemplo, una conducta impulsiva.
Esta técnica basada en el auto control, será cada vez más eficaz en la medida que el niño/a lo practique con regularidad.
Esta técnica se puede aplicar con niños/as con edades entre 3 y 7 años. Para niños mayores de 7, se pueden utilizar técnicas similares basadas en los mismos principios de Parar- Relajar- Solucionar, pero sin hacer referencia a la Tortuga.
La historia se basa en una tortuga muy mayor que un día se encuentra con una tortuguita pequeña (de la edad del niño/a) que estaba muy inquieta, pues su emoción ( rabia, tristeza) no la dejaba ser amable/ contento/ quieto /pensar (adaptar según la necesidad a trabajar en el niño/a en particular), entonces la tortuga mayor, que era muy sabia, le preguntó que sentía, y ésta le contó lo que había sucedido, entonces la tortuga mayor le dijo: - te contaré un truco, ¡éste truco como si fuera magia, hará que te sientas mejor!, Todo lo que tienes que hacer es:
Paso 1
● Coloca hacia dentro de tu caparazón tus brazos , si lo que quieres es dar un puñetazo.
● Coloca hacia dentro de tu caparazón tus piernas, si lo que quieres es dar una patada.
● Coloca tu cabeza dentro del caparazón, si lo que quieres es herir diciendo algo feo a alguien.
Mientras la tortuguita escuchaba atentamente, la tortuga sabia continuó: tu caparazón es muy fuerte y protegerá tus ganas de actuar y hacer daño a alguien /te ayudará a contenerse si no puedes estar quieto (adaptar según la necesidad de trabajar con el niño/a).
Paso 2
● Comienza a respirar, y dirige tu atención a cómo entra y sale el aire de tu cuerpo. Verás como al principio respiras muy rápido, pero poco a poco notarás como empiezas a respirar más despacio.
Paso 3
● Nota como ya comienzas a estar en calma y ahí puedes volver a salir de tu caparazón que te protege.
Cuando estés en calma, ya no sentirás tantas ganas de pegar/ moverte y puedes ser un poco más amable con otros, puedes volver a estudiar (adaptar según la necesidad del niño/a).
La tortuguita, que había escuchado atentamente a la tortuga sabia, se aprendió la lección y siempre que tuvo ganas de (...) realizó los 3 pasos y así ya no volvió a estar tan inquieta.
La idea es invitar al niño a actuar como la tortuga, pensar en un caparazón imaginario donde refugiarnos hasta lograr la relajación y la calma para enfrentar la situación de una manera más asertiva, y adaptada a la situación.
👣Esta técnica puede combinarse perfectamente con la técnica de la relajación progresiva.
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Ivana y Julieta desde
Aprendiendo con
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