Hablar de la importancia del
juego en la vida de los seres humanos, pero más precisamente en las primeras
etapas del crecimiento y formación, como lo es la edad escolar, es el motivo
que hoy nos reúne en Aprendiendo con mamás en colores . Luego de haber trabajado
los conceptos generales en el artículo de juegos (clica aquí si quieres saber más) y sobre la gamificación (si quieres saber más clica aquí) desde el ámbito
pedagógico, nos centraremos en las características del juego desde el ámbito pedagógico,
pero más precisamente, en el espacio curricular de Educación Física.
Si bien todas las áreas de
aprendizaje pueden ser y debieran ser, caldo de cultivo para el uso de juegos
como puerta de entrada al aprendizaje, el inconsciente colectivo tiene asimilado que el espacio curricular de educación física, constituye la
hora del juego, si planteamos la hora del juego en educación física como la
hora de aprendizaje sobre la convivencia, estaremos hablando de un espacio del
cual sacar mucho provecho, pero si pensamos que solo es una hora de descarga y
recreación estamos completamente equivocados.
Lejos de lo que se piensa, la
educación física se considera un espacio curricular donde muchos de los modelos,
que luego se reproducen en sociedad, se exponen explícitamente y en este artículo
veremos específicamente el rol que juega este espacio en la formación de una
sana vida en convivencia a través del juego. Desde el empoderamiento de
autoestima individual (si quieres saber más clica aquí) hasta el manejo de las
relaciones grupales, son habilidades que fomentan y consolidan a partir del
juego motor en las horas de educación física.
El
juego y las relaciones sociales
En una hora de clase de
educación física, el juego resulta ser la mejor opción para generar buenas y
sanas relaciones sociales, ya que éste actúa como un aula práctica de
convivencia. Un juego bien planteado permite que todos los protagonistas se
vean implicados en diferentes modelos de relaciones interpersonales según los
tipos de interacción motriz que permiten las
reglas del juego y la lógica interna que poseen. Las relaciones personales
se verán expuestas dependiendo el rol que cada persona cumpla dentro del juego,
siendo esta ocasión, el momento perfecto para posicionar a los estudiantes en
todas las posturas posibles.
-
Las
reglas de juego y modos de relacionarse
En primer lugar, es preciso
reconocer que todo juego está regido por un conjunto de reglas que determinan
derechos, deberes y prohibiciones sobre los modos en que cada persona se va a
relacionar:
- Con compañeros y adversarios
- Con el espacio: Demarcación de zonas
permitidas y prohibidas para cada participante o equipo.
- Con
el material: Manera de emplear los objetos para jugar.
- Con
el tiempo: momentos y formas de empezar, transcurrir y finalizar el tiempo
de juego.
El modo de relacionarse en el
juego es la representación didáctica de la forma de aprender a vivir en
comunidad, es una representación real de convivencia, en el juego, el no
respeto a las reglas implica una sanción, en la vida en sociedad el no
cumplimiento de una norma, también deviene una sanción. El juego implica la práctica
de la realidad social, con las consecuencias pertinentes que devendría el no
acatamiento de las normativas. En los espacios de educación física los
distintos juegos van permitiendo la regulación de las distintas emociones que resultan de: una mala
acción, de una inacción o de una actitud correcta. Si lo llevamos al ámbito de
la vida cotidiana, a partir de la educación primaria los niños/as y los
adolescentes, incorporan el sentido de la norma a partir de los límites que
vamos incorporando los adultos en el hogar
y de las actitudes que observan de los adultos a diario fuera de casa, como lo
es respetar un paso de peatones, o un semáforo, a medida que crecen y entrada a
la adolescencia, inician las primeras rebeliones a las normas ( si quieres saber más clica aquí) pero aun así el aprendizaje de sus consecuencia genera
aprendizajes en ellos. Lo mismo sucede en el espacio de educación física solo
que en un entorno controlado, adecuado y guiado, es por ello, que el juego que
aquí se genera permite conformar micro grupos sociales en situaciones reales de
competencia, cooperación y superación sana, donde la sanción implica salir del
juego, y el cumplimiento implica una victoria con festejos.
-
Contrato
cooperativo
Para iniciar un juego en
grupo, implícitamente, nace un contrato
cooperativo. Y he aquí su primera lección social que, a menudo, pasa
desapercibida. La aceptación de las reglas por parte de los protagonistas es un
acuerdo previo, un infra juego que permite el posterior desarrollo del juego en
sí. Gracias a este contrato previo, los jugadores aceptan, por ejemplo, no
tocar la pelota con los pies cuando juegan el baloncesto; sentarse si son
prisioneros en la pelota sentada o ir al centro del terreno de juego si no se
ha logrado una esquina en el ejemplo del juego de las cuatro esquinas. En este acuerdo previo se encuentran las
raíces de la socialización lúdica.
Esta primera alianza es el fundamento del contrato
ludomotor. (Si quieres puedes consultar sobre actividades en Educación Infantil clicando aquí)
Reside en la experiencia y la
sabiduría del docente el dosificar las formas de hacer ver y reconocer todos
los procesos que se van dando a partir de una hora de educación física, que no
sólo propende el cuidado del cuerpo, la hora de recreación o la hora del juego
por el juego, sino que es una hora de aprendizaje neto de convivencia. Con esto
no queremos decir que las horas que se generan en el salón de clase no generen
esto, sino que en la hora de educación física estas habilidades que se
desarrollan inconscientemente por los estudiantes poseen una carga de
aprendizajes implícito que el profesor debe aprovechar y los padres pueden
reforzar a través del dialogo, la reflexión y por qué no a través del juego en
casa cuando las condiciones están dadas. Estos contendidos implícitos, no
necesariamente deben ser expuestos como teorías, sino que deben formar parte
del mismo juego y de las analogías correspondientes de acuerdo a las edades
curricularmente establecidas. (Si quieres puedes consultar juegos en Educación Primaria clicando aquí)
El docente o adulto como guía
debe tener siempre presente que cada juego motor contiene una lógica interna que provoca que, siempre
que se practique, se activen diferentes procesos para atender a los retos y problemas motores que afectan directamente a la
convivencia. A veces el reto se centra en uno mismo (por ejemplo, al realizar una acción motriz compleja y
difícil con un objeto) desafíos propios a la autoetima; otras veces el reto se
dirige a saber actuar ante los demás
(por ejemplo, en los juegos de persecución), desafíos propios de a las formas
de relacionarse con los otros. Por este
motivo es conveniente programar juegos de diferentes familias que generen
experiencias motrices distintas. Es decir, conductas motrices diferentes. El jugar solo, el juego en cooperación, el juego
que demanda el enfrentarse a otro jugador, el juego que demanda el enfrentarse a otros equipos o el intervenir en juegos
paradójicos van a suponer un desafío y la puesta a prueba de diferentes
formas ante los jugadores. La no
limitación a un tipo de juego es una primera condición a respetar si se busca
la educación plural orientada a la educación integral de los
participantes.
-
Lógica
interna del juego
Se nombra en el apartado
anterior como una condición infaltable para que un juego posea coherencia. Nos
referimos al concepto de lógica interna. El primer aspecto a tener en cuenta,
es considerar que cualquier grupo de personas que participan en un juego están
ante un auténtico laboratorio, ya que siempre hay un observador, un guía que
posee ciertas expectativas sobre el desarrollo del juego que propone. Usamos la
metáfora del laboratorio porque en el suscitan diferentes tipos de relaciones,
diferentes tipos de aprendizajes, diferentes tipos de adaptaciones que deben
tener en cuenta las personas que juegan y que muchas veces pueden resultar
inesperadas y son estas situaciones inesperadas las que permiten a los
profesores y padres conocer a los estudiantes y poder guiarlos hacia el cauce
adecuado.
Independientemente de quiénes
sean las personas, de su edad, de su color de ojos, de su procedencia cultural,
de su historia de vida, ante un mismo juego dichas personas deben superar un
mismo tipo de relaciones, un mismo tipo de retos, todos están igualados en
derechos y obligaciones según las reglas lo predispongan, como así también, por la lógica interna que
el juego posee. Por ello, el concepto de
lógica interna nos dice que cada juego dispone de una especie de carta de
identidad, una especie de partitura, de gramática, que genera un orden interno,
unas propiedades que invitan al jugador a ponerse a prueba.
Si miráramos con una lupa lo que acontece
dentro de cualquier juego –da igual el ejemplo- veríamos que, en su interior, subyace
un mecanismo de funcionamiento, un orden interno, unos rasgos que lo distinguen
de otro tipo de juegos, es decir, un tipo de desarrollo de reglas. Una vez
sabemos qué podemos y qué no podemos hacer, cada juego nos permite generar un
orden, fruto de dicha lógica interna.
Pero, ¿qué significa exactamente éste
concepto? Utilicemos la metáfora, el ejemplo de lo que podría acontecer en el
caso de la música. Ante una partitura, ¿qué hace cualquier músico? Ve las
diferentes notas musicales y se adapta a dicha gramática, siguiendo las leyes,
la armonía, el ritmo que establecen dichas notas musicales. Es decir, que cada
pieza musical tiene una gramática, una composición distinta que da lugar a una
melodía diferente. Algo parecido es lo que acontece con cualquier juego. Pongamos
de ejemplo un juego tradicional muy conocido en diferentes geografías
internacional:
El juego del balón-tiro,
cementerio, jugar a matar, brile, balón prisionero, etc.. En este caso,
cualquier grupo de personas que vaya a participar en este juego deberá ser
capaz de responder a la gramática que impone este juego, a esa partitura, a esa
composición que hace que se tenga que interpretar lo que se puede hacer y lo
que no de la mejor manera posible. Es decir, en este caso estamos hablando de
que la persona debe responder de manera inteligente a 4 tipos de relaciones. (Si quieres puedes consultar actividades lúdicas en la ESO clicando aquí)
Primera.
Relación con los demás: se trata de un juego en el que existen
compañeros y adversarios. Por lo tanto, la lógica interna nos pide establecer
las mejores relaciones posibles con los compañeros (por ejemplo, a través de un
pase que deberá saber a quién hacérselo y saber dónde se ubica dicha persona) y
también con los adversarios (personas a las que puede matar, enviar al
cementerio, … lanzándoles un balón). De ahí que el jugador deberá saber en qué
momento y a quien dirigir la atención desde un punto de vista inteligente para
la consecución de los objetivos.
Segunda.
Relación con el espacio: en este caso, el juego divide el terreno
en varios espacios que el jugador debe interpretar: debe saber que hay zonas
prohibidas, que no puedo invadir y zonas que puedo ocupar. Deberá cambiar de
zona y, en función de dónde esté en cada momento, deberá adaptarse a su lectura
y a la manera de utilizar dicha superficie de manera inteligente
Tercera.
Relación con el material: en este juego, se utiliza un balón. Y el
jugador puede optar por hacer un pase, por un lanzamiento fuerte, por uno
débil, por un lanzamiento dirigido a una parte del cuerpo o a otra zona, … eso
es lo que también debe interpretar el jugador para adaptarse a la lógica
interna.
Cuarta.
Relación con el tiempo: en este juego, al inicio de la partida
aparece un jugador prisionero en cada uno de los dos equipos. A medida que va
avanzando el encuentro, los jugadores prisioneros aumentan en número. De ahí
que actuar de manera inteligente significa que el jugador considere cuántos
jugadores muertos hay en cada equipo, en qué momento está interviniendo, qué
riesgo supone su eliminación para el resto de compañeros de su equipo, … todo
ello supone hacer una buena relación inteligente con el tiempo.
Por lo tanto, en este caso
estamos ante un buen laboratorio de relaciones motrices que exigen al jugador
concretar su intervención, su adaptación a la partitura, a sus notas musicales,
… considerando estas 4 relaciones diferentes: con el espacio, con el tiempo,
con el material y con los demás. Todo este conjunto de relaciones que se
presentan de manera ordenada, de manera sistémica, de manera unitaria, hacen
que sea posible que emerjan acciones motrices de forma que, si alguien observa
el juego, verá personas que corren, lanzan, saltan, cambian de ubicación, eso
son las acciones motrices que emergen de dicho sistema, de dicho juego, pero en
realidad, es el resultado visible de ese conjunto
de relaciones, de ese tesoro que esconde cualquier juego: la lógica
interna. Una persona muy eficaz jugando a cualquier juego es aquella que sabe
emplear de manera inteligente esas 4 diferentes relaciones.
El conductor de un grupo es
competente presentando un juego en la medida en que establece estas 4
relaciones de una manera ajustada a esas personas. No existen juegos mejores ni
peores. En todo caso, se trata de juegos diferentes, desiguales que activan
maneras de relacionarse, de actuar diferentes y que, por lo tanto, desencadenan
procesos asociados a una determinada lógica interna. (Si quieres puedes consultar aquí actividades grupales para la Adultos mayores, clicando en este enlace)
Ante
estos conceptos desarrollados encontramos uno de los grandes tesoros de la
actividad física y deportiva: el de ofrecer un repertorio prácticamente
inagotable de maneras distintas de presentar relaciones inteligentes. Es decir,
una gran dieta mediterránea basada en alimentos basados en juegos motores
variados donde la lógica interna, donde las relaciones que se establecen son
muy distintas. Marcando así una práctica, un borrador de aquellas situaciones
que deberán desarrollar en la vida cotidiana. Así, como docentes, adultos,
cumplimos la metáfora de ser Mamás en colores, porque tenemos la posibilidad de
guiar, a través de algo que para los niños/as y adolescentes resulta
tremendamente atractivo sin darse cuenta, el fortalecimiento de mecanismos de
convivencia que forjarán en su interior las bases que permitirán una adaptación
consiente, coherente y segura dentro de cualquier conformación social en la que
se encuentren.
Porque apostamos a un aprendizaje significativo, porque el juego, a partir de la practica y la experiencia garantiza empoderamiento de contenidos, es que compartimos con vosotros/as esta pequeña introducción, y porque sabemos forma parte de vuestra experiencia es que os animamos a forjar esos espacios.
Con cariño
Ivana👩👦 y Julieta 👩👧👦
Mamás en colores👩🎨
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