miércoles, 1 de enero de 2020

El miedo en las distintas etapas del desarrollo.


¡Mamá! ¡Papá!, el grito de auxilio que nos despierta a mitad de la noche, el abrazo apretado que se enreda en nuestras piernas en una tarde de paseo ante la aparición de un animal desconocido, son las reacciones de una emoción innata que hacen que desde pequeños nuestros hijos/as demanden nuestra atención. Como adultos, esta emoción se mantiene, claro que autorregulada, pero aún así, aparece en el momento justo, en que la sirena interna nos llama a buscar protección y es a ella a quien llamamos miedo.

Llega un momento en el desarrollo y crecimiento de nuestros hijos/as en que necesitamos establecer un acompañamiento más cercano y adecuado a la demanda y es por esto que desde  Mamás en colores.
abordaremos esta temática intentando dar luz al camino que debemos seguir como papá, mamá y adultos que ejercemos una crianza responsable. 

Nuestro punto de partida será saber que, el miedo es una reacción normal, tiene la función de indicar al cuerpo, cuando se enfrenta a una situación peligrosa o desconocida, la
respuesta más adaptativa para dar solución a un problema de supervivencia e incluso prepararnos para la huida si fuere necesario. 

En la evolución normal de los niños/as el miedo está presente, incluso según la etapa evolutiva que el niño/a se encuentre, se consideran normales a determinados miedos, así en la infancia aparecen los miedos físicos (hacerse daño, animales, rayos, monstruos etc) los cuales  van desapareciendo a medida que el niño/a madura, y conforme se llega a la pre-adolescencia y adolescencia, aparecen miedos sociales (hacer el ridículo, ser rechazado etc.)

Cuando un niño/a, adolescente, adulto siente miedo, lo que se manifiesta es una respuesta de ansiedad frente a la situación que lo provoque. 
La ansiedad  manifiesta se describe desde 3 niveles: 

Fisiológico:
Son las sensaciones físicas que se experimentan, las cuales pueden presentarse en conjunto, y varían de una persona a otra en intensidad, incluso en la misma persona, en una situación u otra. 
  •  Ritmo cardíaco acelerado. 
  •  Sudor.
  •  Temblor.
  • Tensión muscular.
  • Llanto.

Cognitivo:
Los pensamientos pueden ser neutros, positivos, negativos. Un pensamiento neutro o positivo no produce reacción de ansiedad, por el contrario un pensamiento negativo sobre una situación, objeto, animal etc., supondrá un encadenamiento de respuestas fisiológicas como las anteriormente descritas. 

Motor: 
Aquí se engloban todas las acciones que puedan manifestarse como respuesta al estímulo.
El grito de Edvard Munch
  •  Huir.
  •  Mostrarse irritado.
  •  Mostrarse agresivo. 
  • Gritar. 

En este artículo te describiremos los miedos normales y esperables por etapa, porque sabemos que los miedos se vencen si se enfrentan, y si por el contrario, no se enfrentan, estos aumentan los argumentos irracionales de los cuales se alimentan. 
Al conocer los posibles miedos, que según la edad el niño/a puede tener, podrás guiar de forma respetuosa y preparar con antelación,  la comprensión de un peligro real o irreal , a su vez fomentarás que aprenda a enfrentar sus miedos, siendo esto una experiencia de superación en toda regla. 

Durante el primer año, los miedos aparecen sobre los 6 meses, incluso la expresión facial de miedo se observa desde los 7 meses. En esta etapa el miedo  se relaciona con todo lo desconocido o ante estímulos intensos, como puede ser el ruido de un rayo, posteriormente, sobre los 8-9 meses se da la etapa de la llamada "angustia de separación", que surge porque el niño/a reacciona a personas desconocidas para él/ella, en consecuencia llora y sólo encuentra consuelo con las caras que le son familiares y conocidas. 

Recomendación:
👣Asiste afectuosamente al pequeño en sus demandas, él no comprende que es un ruido, y todo estímulo desconocido, supondrá un peligro y en consecuencia se activará una serie de mecanismos de defensa. En  esta etapa, dado la imposibilidad de huída, el pequeño/a se manifiesta a través del llanto, como reclamo de resguardo y cobijo. Acaso tú, frente a un oso ¿no subirías a la copa de un árbol? Sí sí, frente a un oso,... ¿representa una situación extraña no? Pues el mundo circundante que se le presenta al bebé en esta etapa, es desconocido, resulta muy extraño, por ello escapa a su comprensión. Así que cuando tu hijo/a llore porque alguien, a quien no conoce se le acerca, cuando tu hijo/a llore al escuchar los fuegos artificiales, no te apresures a enfadarte por su desmesurada reacción, ni tampoco restes importancia, piensa en cuál sería tu reacción frente a una situación descabellada y con empatía asístelo. No será malcriado por no querer ir con quién no reconoce, no es irracional por tener miedo, simplemente no tiene las herramientas suficientes para comprender estos estímulos fuertes y por ello reacciona buscando en tus brazos la asistencia amorosa , como tú frente a oso buscarías "la copa del árbol al que trepar". 

 De 1 a 6 años los miedos se relacionan con toda experiencia nueva, o poco conocida, como las tormentas, animales desconocidos, también aparecen miedos relacionados con  el pensamiento fantástico, es decir, imaginación de seres como fantasmas, monstruos, hombres lobo,etc.

Recomendación: 
👣Teniendo en cuenta que las experiencias frente a determinados estímulos inciden en la superación o empeoramiento del miedo, es importante como adultos, brindarle contención y atención al niño/a en situación de miedo, ofreciéndole un espacio y tiempo para poder
expresar lo que siente, reflexionar juntos sobre ello y encontrar una solución para su angustia.

De 6 años hasta aproximadamente los 12 años surge el miedo a sufrir daño físico,  conforme toman conciencia sobre la muerte aparece el miedo a las enfermedades y accidentes , en esta etapa donde el grupo de pares comienzan a tomar relevancia, aparece el miedo a quedar en ridículo, por otra parte como su actividad predominante es la escuela, aparece el miedo al fracaso escolar. Y en el ámbito familiar, al tomar referencias del entorno de diferentes situaciones familiares, aparece el miedo a la posibilidad de separación de los padres. 

Recomendación:
 👣 El miedo no desaparece solo, ni en una sola intervención de los padres que den cobijo y demuestren falta de peligrosidad e incluso racionalicen sobre el temor, etc Por ello, en la misma línea de la recomendación anterior, te decimos que la actuación debe ser continuada y sistemática, sin presionar a superar el reto, respetando los tiempos individuales de afrontamiento y superación.

Desde los 12 años en adelante , los miedos infantiles ya están superado, ya sea por
adaptación a las circunstancias que antes  al ser desconocidas, provocaban miedo, o porque las experiencia le hayan ayudado a enfrentarse a la situación angustiosa, la cuestión es que suelen superarse pero, si bien estas desaparecen, como bien citamos al principio, surgen los miedos sociales, relacionados con los otros/pares, y con una autoestima que se encuentra en proceso de conformación y que muchas veces, en esta etapa se encuentra disminuida. 

Recomendación
👣 Enseñar al preadolescente y adolescente que el miedo es una reacción normal ante algo nuevo desconocido o que nos resulte peligroso.  Brindarle un espacio para que exprese sus sentimientos, con una escucha activa, amorosa y comprensiva de nuestra parte y recuerda:
  • Valida lo que siente.
  • Nunca juzgues sus sentimientos.
  •  Hazle saber que lo entiendes. 
  • Hazle saber que estás ahí para acompañar en todo lo que haga falta.

Ahora bien, así como hablamos que hay miedos de carácter evolutivo, que van desapareciendo a medida que se va creciendo, también es importante decir que a veces puede suceder que determinado miedo se convierta en un problema,  como trastornos fóbicos, pánico, ansiedad por separación, en estos casos se requiere tratamiento por parte de un especialista en infancia, inteligencia emocional. 
A continuación te explicaremos cuando un miedo debe empezar a preocuparnos como adultos responsables del infante:
  • Se prolonga en el tiempo.
  • La respuesta es de gran intensidad.
  • La intensidad de su respuesta interfiere en la actividad diaria del niño/a.
  • El niño/a sufre un gran malestar. 

Cómo puedes actuar tú, para ayudar al niño/a a enfrentarse a su miedo:
En primer lugar no exponer su reacción como algo ridículo , si lo haces harás que su estima disminuya, y aún peor, puedes generar falta de confianza en ti para expresarte sus sentimientos, así que si quieres ayudar a tu hijo/a a enfrentar su miedo, lo que tienes que hacer: paulatinamente intentar calmarlo, haciéndole ver que entiendes su miedo, y desde la paciencia y una actitud amorosa demostrarle que no hay peligro, por ejemplo si hay truenos puedes abrir una ventana y tocar la lluvia, así le demuestras que no hace daño, y que los truenos son ruidos que forman parte de la tormenta. Recuerda que cada niño requiere su tiempo para enfrentarse a su miedo, la exposición y conocimientos a lo desconocido, debe ser paulatina y en la medida que el/ella vaya adquiriendo confianza a la adquisición de la nueva experiencia, así que no lo obligues a enfrentarse a su miedo, si lo haces y no está preparado, provocarás más miedo. 
Otra mención que cabe citar es  que nunca utilices el miedo como una pauta educativa, si lo haces al final lo que provocarás es mayor temor ante el estímulo, unido al sentimiento de ser menos  válido por no poder enfrentarse a su miedo, y una de las principales consecuencias se puede manifestar en el desarrollo de una autoestima baja y/o negativa. 
Ideas para que expresen sus miedos:
👣 Dibujarlos y guardarlos en una caja. ( edades más tempranas)
👣 Escribir sobre ellos.

De esta manera nos hemos introducido a la temática de los miedos, pero esto es solo una pequeña parte de lo que su abordaje demanda. Por esto, el artículo intenta ser la puerta de entrada a muchos temas que nos atañan y nos preocupan a diario en la crianza de nuestros niños, niñas y adolescentes. Esperamos que aquí, hayas encontrado información útil para ayudarte, no sólo a conocer y ser más comprensivo con las demandas de protección de tu hijo/a o tus alumnos manifiestan ante una situación de aparente peligro o peligro real, si no que además te hayas abastecido de estrategias para acompañar el desarrollo de infancias sanas.
Es necesario que sepas que, como miembros de una sociedad somos parte de un entramado, donde la historia de un pueblo, la historia personal, las acciones del otro influyen directamente sobre nosotros y sobre nuestras infancias, por ello, cada artículo que te propongamos será sólo la introducción a un todo más complejo y más profundo, que en su conjunto ayudará a formarnos en adultos comprometidos y responsables  porque, “en el  adulto habita el niño , y  es en la niñez, dónde está la base del adulto sano”.


Con cariño Ivana y Julieta desde
Aprendiendo con
mamás en colores  




Fuentes:

Fernández, E., García,B., Jiménez, M.ª P., Martín, M.ª D., Domínguez, F. (2011). Psicología de la emoción. Madrid: Editorial Universitaria Ramón Areces. 

Goleman D.. (1996).La inteligencia emocional. Barcelona. Editorial Kairós.

Gutiérrez A.y Moreno P. (2012) Los niños, el miedo y cuentos que curan 2° edición. Sevilla. Editorial Desclée De Brouwer.


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