Si eres docente, educador, padre, madre de un niño que no para quieto, por ejemplo, ante la lectura de un cuento está moviéndose sin prestar atención, entre otras conductas tales como dificultad a la hora de tener que sentarse a estudiar o hacer deberes. También se ve afectada el área social, ya puede que observes que le cuesta tener amigos, ya sea por su necesidad constante de movimiento, o sus cambios de planes constantemente que le generan enemistad e incluso poder compartir disfrutando del momento o tal vez observas que no puede esperar turnos. Si todo esto te resuena y tienes dudas de si es normal o ante la recurrente presencia de las mismas conductas te planteas que pueda no ser normal, entonces este artículo es de tu interés.
Desde aprendiendo con mamás en colores queremos hacerte saber cuando una serie de comportamientos se salen de la conducta normal de un niño, los cuales resultan ser signos que puedan llevar a la necesidad de una evaluación diagnóstica. Es importante resaltar que la presencia de este trastorno producirá una serie de dificultades en su desarrollo, para evitar esto y que desde tu rol de madre, padre, educador o tutor puedas estar alerta para identificar un posible trastorno del neurodesarrollo como lo es el TDAH, te enumeramos una serie de indicadores presentes a observar en el ámbito familiar y en el ámbito escolar.
Primero haremos una brevísima descripción del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad:
El TDAH es una Trastorno de carácter crónico que se mantiene a lo largo de toda la vida de una persona y se caracteriza por la falta de control de impulsos y por dificultades de mantener de manera voluntaria la atención frente a actividades cotidianas o académicas
Ahora sí, habiéndonos introducido conceptualmente a que nos referimos cuando hablamos de TDAH, es que a continuación enumeraremos los indicadores en el ámbito familiar y en ámbito escolar.
TDAH, Indicadores
Ámbito familiar
A los padres, tutores los indicadores de alerta que tienes que conocer, ya que son signo de trastorno o de algún problema son:
Es impulsivo y pierde el control a menudo.No presta atención ni escucha cuando se le habla.
Habla y actúa sin pensar.
Discute todo sobre todo.
Contesta mal a todo lo que se le dice.
Es desorganizado y despistado.
Excesiva actividad motriz.
Ámbito escolar
Interés no sostenido en juegos ni en el uso de juegos.Pobre desarrollo de juego social (asociativo-cooperativo).
Rabietas cuando no obtiene lo que quiere.
Inmadurez emocional.
Notoria te decía a elegir juegos deportivos en lugar de juegos educativos.
Retraso en el lenguaje.
Retraso en el desarrollo de la motricidad fina, se observa que comete muchos fallos y tiene muchos accidentes, que se justifican en la torpeza.
Dificultades en desarrollo gráfico.
Dificultades para aprender colores, números y letras en la primer etapa de educación primaria.
Tanto en el ámbito familiar como en el ámbito escolar, una vez detectado la presencia de signos anteriormente descritos, se debe hablar con el pediatra para que derive al profesional que considere, pudiendo ser neurólogo, o psicológico clínico. Este profesional realizará las pruebas necesarias y así determinará el padecimiento o no de un déficit de atención con hiperactividad y así, de esta manera se elaborará
cuanto antes un plan de intervención en interdisciplinaridad, con actuación y seguimiento en el ámbito educativo por un psicopedagogo.Es necesario que sepas que, como miembros de una sociedad somos parte de un entramado, donde la historia de un pueblo, la historia personal, las acciones del otro influyen directamente sobre nosotros y sobre nuestras infancias, por ello, cada artículo que te propongamos será sólo la introducción a un todo más complejo y más profundo, que en su conjunto ayudará a formarnos en adultos comprometidos y responsables porque,
“en el adulto habita el niño, y es en la niñez,
donde está la base del adulto sano, feliz”.
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