El teatro como herramienta inclusiva, abordado desde una perspectiva psicopedagógica.
Relato de una experiencia de mamá en colores.
Hay veces que la vida nos da la oportunidad de vivir experiencias maravillosas, donde la profesión, la experiencia y el deseo de sumar un granito de arena en este constructo de un mundo mejor se juntan y surgen historias que son dignas de compartir. Ese es el caso que nos reúne en este artículo, que además de dejar líneas de experiencia, deja un aval teórico que acompaña y garantiza que resulta ser un buen camino a seguir.
La finalidad de utilizar una actividad cultural recreativa, tan rica en matices y medio de fomento de la expresión y creatividad, como un espacio para desarrollar competencias, bajo el constructo del modelo de intervención, tuvo su relevancia en mi, una mamá en colores, cuando tuve que desarrollar la co-coordinación en varios grupos de teatro infantil. Esta actividad brindaba una matrícula abierta a la comunidad infantil, fomentando la participación de niños con problemas del neurodesarrollo y síndromes, teniendo como objetivo, la realización de un taller de teatro que buscaba fomentar el trabajo cooperativo, la participación lúdico-creativa representando, mediante la recreación, situaciones de la vida cotidiana, constituyéndose en un espacio de aprendizaje y experimentación próximo a la realidad.
El teatro, ese espacio en el que se crea y recrea un personaje, en un tiempo y una situación, que en su conjunto, no solo se comunica, sino que tiene como objetivo que aquello que se recrea, sea percibido y además provoque una emoción en quien recibe el mensaje, lleva a usar el teatro desde una finalidad pedagógica. La mirada desde este lugar, supone un modelo de intervención para favorecer no sólo la inclusión, desde lo lúdico, en un ambiente relajado, sino que también supone desarrollar ciertas competencias que pueden ser un reto para los participantes con trastornos del neurodesarrollo, y determinados síndromes, como por ejemplo síndrome de Down.
Mucha veces, aparecen suposiciones que llevan a pensar erróneamente que el niño con dislexia no puede retener , el niño con retraso mental no puede aprender , el niño TDAH no puede esperar y por tanto todos estos niños no pueden ser protagonistas en una actividad que demande atención, memoria y disposición, como por ejemplo el teatro. Pero este relato apunta a hacerte reflexionar porque, si eres de los que cree esto, mi objetivo es que comprendas que te encuentras muy lejos de la realidad y esto se debe a que el aprendizaje conectado a emociones, es un aprendizaje que se consolida y la experiencia de formar parte de un grupo de teatro no solo supone un crecimiento y desarrollo de competencias para estos niños/as, sino que también lo es para el resto del grupo, niños/as (normotipo)
La propuesta que me tocó llevar a cabo en líneas generales pretendía por un lado, mejorar la calidad de vida en términos de bienestar personal y por otra lado, superar retos, habiendo asumido las propias limitaciones, todo esto en su conjunto apuntaba a generar un aumento de la confianza y mayor seguridad en uno mismo. (Enlace autoestima)
El teatro, como una herramienta inclusiva, abordado desde una perspectiva psicopedagógica, promueve el bienestar de los participantes, siendo, beneficioso para la autoestima, la empatía y la escucha, como así también el formar parte de un grupo, promueve una serie de competencias a nivel individual, que sin duda ayudan en la constitución de la persona.
Algunas de las competencias que se desarrollan en la propuesta de intervención psicopedagógica son:
- Competencia artística
- Competencia motrices
- Competencia expresiva
- Competencia sociales
La competencia artística
Desde esta competencia se puede trabajar, el manejo de elementos escenográficos, explorándolos para la acción escénica y la construcción del personaje.
La competencia motriz .
Cuando se va a hacer una representación teatral se debe poner el cuerpo como elemento de recreación, al ser el cuerpo quien escenifica, éste debe tener dominado aspectos como el equilibrio, control del cuerpo, y una cierta capacidad de relajación corporal que permita ese desplazamiento bien articulado en el escenario.
No se trata solo de hacer una mímica para expresar por ejemplo sueño, no, poner el cuerpo en escena supone un saber qué hacer, cómo hacerlo, cuándo hacerlo.
Por eso decimos que desde el teatro como herramienta pedagógica de inclusión se trabajan las destrezas motrices, ya que demanda que quién realice una representación reconozca sus limitaciones y sus posibilidades en cuanto a los movimientos que se deben realizar. Esta tarea conlleva autoconocimiento y trabajo de superación más aún cuando mayor cantidad de recursos motrices se empleen.
Superar limitantes de respuestas motoras, así como aceptarlas condicionan y fortalecen el autoconcepto, fomentando confianza y seguridad.
La competencia expresiva
Esta competencia es en sí misma un lenguaje que pone en juego lo gestual y corporal.
Tiene la finalidad que mediante la utilización de los materiales, el espacio, los gestos, el cuerpo y la palabras se establezca la comunicación y la expresión desde la creatividad con un sello personal.
La riqueza de esta competencia está en que la capacidad de generar empatía, conectar con las emociones de quién está de espectador, consolida la autoconfianza de quién está comunicando, así desde un espacio que al fin y al cabo es recreativo, se logra adquirir y vivenciar competencias para la oratoria.
La competencia social
Esta competencia abordada en este contexto, resulta una oportunidad muy enriquecedora para desarrollar la manera de interactuar con los demás, ya que la forma en que decimos , el cómo lo decimos, los gestos, el cuerpo etc, manifiestan actitudes, valores que emiten un mensaje que será percibido por un otro, trabajar las formas de expresión en la interacción con un otro desde la escenificación de un personaje supone trabajar las actitudes y los valores también de uno para comunicar.
Desde Aprendiendo con mamás en colores consideramos pertinente citar a a Bisquerra (1998) quien desarrolla las características del Teatro desde el abordaje pedagógico:
- Centra su acción en las personas.
- La intervención está orientada a la consecución de unos objetivos concretos a fin de satisfacer las necesidades detectadas.
- A partir de las necesidades diagnosticadas inicialmente se planifican las acciones.
- Se interviene con el sujeto en el grupo, y sobre el grupo en interacción con sus
iguales.
- Objetivos de la intervención preventivos.
- Interviene con distintas fuentes disciplinares.
- La evaluación es una parte más de la acción.
- Supone actuación continuada en el tiempo.
Además de todo lo mencionado, pensar el teatro con una finalidad terapéutica como una herramienta más de inclusión, cabe citar que a quien lo practique, le permite:
- Desarrollen actitudes democráticas, como el respeto, la tolerancia y la igualdad.
- Aumenten el interés por trabajar de forma colaborativa y en equipo.
Si quieres saber más sobre sus beneficios clica el enlace.
Aquí podemos observar que cuando usamos las virtudes del teatro con un fin en particular, no solo alcanzamos las bondades propias que posee sino que permite ir mucho más allá.
Esta concatenación de teoría y experiencia, permitió en lo personal, no solo supuso una vivencia muy gratificante en función de los resultados, si no que cada aspecto del proceso fue enriquecedor para todos los que en ella participamos… al final los niños son sabios y en ellos no existen diferencias, y en ese espacio lúdico-vivencial, no hay lugar para ningún tipo de marcador social, ideológico ni psicométricos, el teatro jugó las veces de puente para demostrar una vez más que las diferencias hacen a la riqueza de los conjuntos.
Esperemos que este artículo te permita ver los beneficios del teatro desde una mirada terapéutica, dentro del marco de un enfoque pedagógico, y encuentres en esa experiencia una forma lúdica-vivencial para trabajar tanto las habilidades sociales, como la competencia comunicativa, fomentando la igualdad y tolerancia, siendo una expresión del arte, en esta oportunidad, la que permita alcanzar esos objetivos que nos planteamos día a día quienes cuidamos infancias.
Hoy Lectulazos, desdeAprendiendo con mamás en colores, te ofrece un puñado de obras para leer pero también, para animarse a conocer y dar a los otros algo de sí. ¡A conocerlo, compartirlo y practicarlo! 
